Desde tiempos remotos, los microorganismos han sido empleados por la humanidad como herramientas esenciales para la obtención de medicamentos (antibióticos, vitaminas, aminoácidos), elaboración de alimentos (pan, queso, leche, bebidas y licores), fabricación de solventes, entre muchos otros productos. En el ámbito de la industria de las bebidas alcohólicas, los microorganismos, y en especial las levaduras, han permitido desarrollar una inmensa gama de productos y sub productos tales como, vinos, cervezas, hidromieles, sidras, sake, whisky, gin, vodka, entre otros, y que hoy en día están presentes en nuestra mesa y en nuestra vida social.