La preservación de la frescura del sabor y aroma de la cerveza una vez que sale de la cervecería y pasa por las manos, o más específicamente, por el vehículo de transporte del distribuidor, que posteriormente llega al anaquel o al brewpub y es almacenada en distintas condiciones de temperatura por tiempos no definidos es un tema que cada vez más genera atención entre los craft brewers de distintos tamaños.