Las cartas de bebidas en bares y restoranes son básicamente las mismas. Esto se debe a que la mayoría de las marcas (destilados, vinos y cervezas) perteneces a los mismos grupos o las distribuyen las mismas empresas, y son éstos, a través de dinero y auspicios, los que arman los menús y, de alguna manera, restringen y dirigen las propuestas gastronómicas.