Juan Cereijo pone encima de la mesa un tema estructural : la apuesta por empresas de alto valor
Hoy hablamos más de economía circular, paridad, sostenibilidad, lucha contra el desperdicio alimentario, ecología, carbono neutral, inserción social, reducción de la contaminación medioambiental y la huella de carbono, consumo local, lucha contra la despoblación rural, biodegradable, desperdicio cero, diversidad…
Y tenemos que seguir trabajando mucho en este sentido. En España no aparecemos ni mucho menos en los primeros puestos mundiales por ejemplo en la clasificación ASG por países de RobecoSAM, ni si quiera en los 20 primeros.
Las prioridades están cambiando a pasos agigantados. Es una transformación global, tanto geográfica como demográfica, que en España necesitamos impulsar, y creo tenemos una buena base para hacerlo.
Las empresas las hacemos las personas que trabajamos en ellas. Cada día más las nuevas generaciones valoran más y además suele ser una de sus prioridades trabajar en empresas con unos valores éticos y de impacto positivo con los que se sientan identificados, esta es ya una de las prioridades en la generación Z.
En ningún momento entre sus prioridades está la estabilidad como hacía tiempo, ahora ni aparece. Con lo cual, una empresa que quiera atraer el mejor talento creará unos objetivos prioritariamente basados en el propósito de un impacto positivo.
¿Sin tener unos fines económicos la empresa no se sustenta y por lo cual no podremos acometer nuestros objetivos en sostenibilidad? El propósito en las empresas es prioritario a unos objetivos económicos.
Esto es muy discutible, pero las empresas están empezando a poner su propósito de impacto positivo como eje fundamental en su actividad, y como consecuencia de esto tener una economía adecuada, para que este fin que es superior al económico se cumpla.
Incluso este propósito superior podría a no muy largo plazo estar incluido en los estatutos de la empresa, ya que realmente a de ser una guía para la empresa.
Esto es un cambio que para la gran mayoría actualmente es totalmente inapropiado, pero es una tendencia que esperemos llegue para quedarse.
Volviendo a las generaciones actuales donde anteponen unos valores en la empresa acorde a los suyos, las empresas que tengan la máxima prioridad en sus propósitos en sostenibilidad y que sean totalmente honestas, tendrán el mejor talento, y por lo tanto serán las empresas más competitivas y que por consecuencia den los mejores resultados económicos, para de nuevo poder revertir gran parte de esos resultados en impacto positivo.
Esto es un cambio muy importante, es sin duda un cambio estructural muy diferente, es un cambio de concepto respecto a la creación de empresas que se han creado y consolidado hasta ahora.
Para algunos puede parecer algo que en este momento aún no encaja, pero seguramente las empresas que desde ahora miren al futuro con este enfoque de creación de valor en impacto positivo sobre el resto de prioridades serán las empresas más relevantes y rentables a largo plazo.