La educación cervecera, igual que todo, viene hace años avanzando en post de una nueva era, en la que lo presencial va siendo sustituido por la experiencia virtual. Hacer un análisis sensorial a una cerveza, al parecer, tampoco es una excepción, tanto así que no sólo podemos hacerlo nosotros a través de una pantalla, sino incluso, una nariz electrónica a través de sensores analíticos electrónicos.