Voy a comenzar agradeciendote por todo lo que me has dado, amistades, familia, trabajo.. de verdad sos parte de mi vida y hablaría muy mal de mi no comenzar esta carta agradeciendote. Pero no es por eso que te escribo, no.
La verdad es que son miles de cosas las que podría detallar respecto a la relación que tengo contigo. Pero no vengo a hablar de tus bondades, no. Vengo a hacerte algunas preguntas, porque la pasión de mi vida está depositada en ti porque yo tomé esa decisión no porque vos vengas a hacer algo al respecto. Y creo que ese es el problema que tienes con muchas personas. Nos enamoramos, toda nuestra pasión la ponemos en ti como si fueras un ente del bien. Pero realmente ¿quien eres si no una comunidad de gente que te ama? Sos a quien miramos, estudiamos, disfrutamos cada una desde su individualidad. ¿Qué es lo que te hace tan apetecible, tan única? ¿Nuestra individualidad o el hecho de que cada historia te conforma?
Tuve la oportunidad de viajar para beberte y compartirte. Fui testigo de que como hablan de ti en Brasil es distinto que en Sudáfrica o en Alemania. Te disfrutan distinto, te elaboran distinto. ¿No es esa pluralidad de historias que te conforman la que hace que cada vez más personas decidamos apasionarnos por ti?
Sin embargo 2 veces, 2 veces, en la misma semana 2 personas distintas de 2 orígenes distintos me dijeron la misma frase: “no hay gente buena aquí” “No hay comunidad”. Se me partió el alma. ¿Cuál es la respuesta a ese dolor? ¿Cómo hacer crecer y compartir la comunidad si no vivimos como una? ¿De todas las vertientes que existen porque en esta cuidamos nuestro bolsillo, nuestra historia?
No sos una ciudad, ni un país, pero tenes un idioma que se ha traducido al inglés por años. Tímidamente ahora también escribimos tu idioma en castellano, ucraniano, brasilero, catalán… porque tu idioma si es universal: el de los ingredientes locales, elaborados localmente. Eso es universal. El tema es que para difundirlo se escribió en otros idiomas y eso trae confusión, ¿verdad? Porque de repente él que más leyó, parece que es mejor que el otro, él que ..él que… y digo él porque reescribieron tu historia como si fuera algo solo del pasado y no como lo que eres: algo actual presente, activo, evolutivo.
Te masculinizaron, te adaptaron a empresas, pero sobre todo te tratan como muerta cuando estás viva. Cuando consumir lo que producimos es tu esencia no importa en qué país estés. Elaborar este fermentado, y beberlo con la afinidad de esa cultura local son tus pulsaciones. Ese es el origen que me enamoró de tí y sin embargo quienes hablan de ti te critican, se comparan con otros países como si eso fueras.
Te escribo porque una idea da vueltas en mi cabeza. ¿Cómo compartirte sin bandos? No quiero que perdamos el eje de tu igualdad de condiciones: cerveza grandes, pequeñas, caseras, universales,... pero comunidad. Porque la guerra entre pares no ayuda ni a vos ni a mi, ni a nadie. La comunidad que consume, comparte lo que produce, se mantuvo viva todo este tiempo. Soy parte de tu comunidad, y espero poder ser voz de ella también. Espero que compartiendo nuestra historia contigo entendamos que sos y serás siempre múltiples historias, por eso no tienes fin. Porque sos comunidad o no sos.
Si me leíste es porque sos parte de esta comunidad y por eso sos una de las protagonistas de una de las múltiples historias que conforman esta comunidad. ¿Me quieres contar tu historia? Por favor, no dudes en mandarme a info@lupulodigital.com para que juntas sigamos dando vida a la cerveza.