Amanda Reitenbach habla sobre los desafíos y perspectivas de las mujeres en el mercado cervecero.

Para la CEO de Science of Beer, el ámbito cervecero necesita evolucionar en el ámbito de la diversidad.

Amanda Reitenbach, durante la ceremonia de premiación del Concurso Brasileiro da Cerveja, primera y única competición mundial bajo el liderazgo de mujeres.

Amanda Reitenbach, durante la ceremonia de premiación del Concurso Brasileiro da Cerveja, primera y única competición mundial bajo el liderazgo de mujeres.

La cerveza es cosa de mujer, por lo menos es lo que nos dice la Historia. Las sumerias, mesopotámicas y egipcias que fabricaban las primeiras cervezas de las que se tiene registro; pasando por las “ale wives” inglesas, y por la figura de Hildegarda de Bigen, una monja alemana que descubrió las propiedades conservantes del lúpulo, la relación de las mujeres con la cerveza siempre estuvo entrelazada con el surgimiento y popularización de la bebida alrededor del mundo. Hasta los griegos, no muy fanáticos de la bebida, asociaban la cerveza a lo femenino, mientras que el vino era la bebida considerada masculina. 

A lo largo de los siglos, esa historia cambió y la cerveza se fue tornando cada vez más en territorio de hombres. Pero con la popularidad actual de la cerveza artesanal en los últimos años y los movimientos en pro del aumento de la representación femenina en todos los espacios de la sociedad, las mujeres pasaron a retomar su relación con la cerveza. 

Más allá de consumir más cerveza (y obligar a muchas marcas a revisar su línea publicitaria), las mujeres también aumentaron su participación en diversas áreas del mercado cervecero: desde la producción hasta el servicio, pasando por gestión de negocios y la educación cervecera. 

La científica y emprendedora cervecera Amanda Reitenbach es un ejemplo de ese movimiento. Investigadora de cerveza desde su graduación, se convirtió en un referente en gestión y análisis sensorial. En 2010, fundó el Science of Beer, institución pionera en la oferta de cursos sobre cerveza en Brasil. 

En esta entrevista, Amanda habla sobre su experiencia como emprendedora, comenta sobre el escenario actual del mercado cervecero bajo la perspectiva de la participación de las mujeres, y destaca los desafíos y las perspectivas de las profesionales que actúan en un sector que aún es predominantemente masculino.

Science of Beer es unas de las principales empresas de cursos de cerveza del país, ¿cómo es la participación de las mujeres en la institución?

Amanda Reitenbach: En términos de gestión, Science of Beer es una empresa femenina. Más allá de mi liderazgo, todo el equipo responsable de la administración y gestión de la empresa se compone de mujeres. Creo que nosotras somos una de las pocas – si no la única - empresa brasileña del sector totalmente femenina. También tenemos una participación masiva de mujeres en la parte de asesorías, proyectos y clases, como embajadoras y coordinadoras. Y eso es, de cierta forma, mi manifiesto para dar mas oportunidades y voz a las mujeres en el mercado cervecero. 

Ese es un lado que intento destacar, porque esa es la mejor forma que tengo de posicionarme como una empresa feminista, de posicionarme como feminista: dando oportunidades y voz a otras mujeres. Esa fue mi bandera desde que abrí Science of Beer y va a continuar siendo siempre. 

Los hombres también forman parte de este proceso y nos ayudan a construir lo que es Science of Beer. Son hombres con bastante consciencia y que también apoyan la causa de las mujeres en la cerveza.  Al final, es importante entender que una causa feminista no es hecha solo por mujeres, sino que también por hombres. Y los hombres que son parte de los proyectos de Science siempre vestirán esa camisa de apoyarnos como mujeres e intentar construir un mercado más igualitario.

¿Eso también se refiere a la búsqueda de las mujeres por cursos de cerveza?

AR:Felizmente, vemos cada vez más mujeres buscando cursos, identificándose y haciendo de la cerveza una profesión. En el caso de Science of Beer, percibo que mucho de eso viene de mi posición como mujer emprendedora, investigadora y cervecera. Hoy recibo frecuentemente mensajes de mujeres que se inspiran en mi trabajo.

Otras mujeres fuertes cumplieron también ese papel y abrieron un camino mucho antes que yo, pues me inspiré en ellas. Figuras como Kátia Jorge y Cilene Saorin, que tienen décadas de experiencia, fueron esenciales para el desarrollo del mercado e inspirar a otras mujeres. Una mujer siempre se inspira en una mujer y por eso la gente ve este movimiento creciendo más fuerte.

¿Cuáles son los principales desafíos de las mujeres que actúan en el mercado cervecero brasilero?

AR:Ser emprendedora y tener una empresa femenina en el sector cervecero siempre fue un desafío, y aún lo es, principalmente cuando las conexiones y el trato diario son con hombres. Porque aún existe mucho machismo y percibo eso en algunos proyectos que desarrollo. 

Lógico que existe también el otro lado. Muchos hombres están ayudando a construir un espacio más inclusivo y a apoyar mujeres emprendedoras. Pero infelizmente, está esa masculinidad tóxica en que uno o varios hombres no toleran una mujer emprendedora, no toleran que una mujer lidere un equipo o tenga una posición importante en un proyecto grande. 

Ya escuché eso, ya viví ese tipo de situaciones y hace algunos años lucho para posicionarme profesionalmente y como mujer dentro de algunos proyectos, pero no siempre se ganan las batallas. 

Hay veces en que la masculinidad tóxica y el machismo acaban ganando y eso es lamentable. Y es por eso que la gente necesita de más unión, más fuerza de las mujeres y mayor consciencia del mercado como un todo para entender que existen sin intervenciones machistas que dificultan el trabajo de las mujeres, y que muchas veces callan por miedo al prejuicio y las críticas que el mercado puede tener.

¿De qué forma se manifiestan los comportamientos machistas?

AR: Las mujeres son constantemente silenciadas de una forma muy sutil, no es siempre una cosa evidente que todo el mundo observa y ve. Pero ya participé, por ejemplo, de reuniones en las que yo no podía hablar, no podía expresar mi opinión porque todos ahí eran hombres, y estaban imponiéndose de una forma muy fuerte y sin dejar que yo hablara.

Ese silenciamiento no es solo una forma de hablar directa, también se puede ver en actitudes y otras manifestaciones menos explícitas. No siempre la persona necesita decir que tú no puedes estar ahí como mujer, que su opinión no es considerada. Callar tu opinión, no dejarte hablar, no aceptar sus ideas son formas muy claras de machismo. 

Por eso, tener cada vez más mujeres en el mercado y contar con movimientos feministas en general, también en favor de la cerveza, es de extrema importancia para que la gente luche contra ese prejuicio que es sutil y que todas las mujeres que trabajan en el sector sufren o ya sufrieron. 

Necesitamos hablar sobre eso, necesitamos traer luz al asunto para entender que no es personal, que no es un reclamo aislado. Es una situación por la cual nosotras pasamos e identificamos, y que la gente no quiere que sea más parte del trabajo de ninguna mujer. 

¿Participas o ya participaste en iniciativas y proyectos dedicados al fortalecimiento de las mujeres en el mundo cervecero?

AR: Sí, más allá de Science of Beer, que considero que es mi más grande bandera, también me desenvolví en otros proyectos. Aquí en Florianópolis comencé una hermandad con varias mujeres, la ConfraSanta, que hoy ya no existe. Después tuvimos otra agrupación que se llamaba Flor de Lúpulo.

También participé de un proyecto con Eisenbahn con una cerveza colaborativa hecha por mujeres. Fue la primera cerveza colaborativa de la marca que trajo ese tono femenino y también fue la llamada a los hombres para apoyar la causa. 

Y siempre, en cualquier trabajo que realizo, intento buscar la participación de más mujeres. Entonces a veces es una acción silenciosa, que no está escrita o definida, pero que solo por el hecho de colocar más mujeres actuando en estos proyectos, ya hago de él un manifiesto. 

Y fuera del país, ¿Cuál es el escenario de la participación femenina que has observado al participar en eventos?

AR: Con relación a otros países, lo que observo en Europa y Estados Unidos, por ejemplo, es que la participación femenina en el mercado cervecero también está creciendo y que ellas tienen un apoyo más grande de los hombres del que tenemos aquí. Entonces la importancia de la igualdad de género ya está un poco más establecida. 

En los Estados Unidos, a Brewers Association, por ejemplo, hace una campaña para que todos sus trabajos y proyectos no hagan distinción de género, raza u orientación sexual. Es una bandera muy fuerte de la Brewers Association, que es la mayor entidad de cerveceros y que inspira tantos trabajos en el mundo. 

Pero en Brasil, aún necesitamos de una inclusión mayor. Y no solo para las mujeres, sino que para otras causas también: personas de color, las diversidades sexuales, y de todas las otras minorías que necesitan sentirse incluídas en el discurso de la cerveza artesanal.  Por tantos prejuicios que la gente ve por ahí, esa diversidad es un tema que aún no vemos muy seguido en los ambientes cerveceros.

¿Cuáles son sus expectativas para el futuro de las mujeres que trabajan en la cerveza en Brasil?

AR: Creoque más que expectativas, lo que tengo son deseos y ansias de que el mercado cervecero (esto vale para el mundo también) sea un ambiente de mayor respeto por las personas. 

Mi deseo es que la voz de las mujeres cerveceras no sea silenciada, que las mujeres tengan más reconocimiento en sus trabajos, que puedan asumir el liderazgo y ser escuchadas y respetadas.

Necesitamos entender que la capacidad técnica es algo que es independiente del género, de la orientación sexual, creencia religiosa, color de piel y todo lo demás. Cualquier persona puede (y debe) trabajar con cerveza teniendo la libertad y las puertas abiertas para expresar su capacidad técnica donde quiera que esté. Ese es mi deseo más fuerte para el futuro del mercado cervecero. 

Traducido por Natalia Urzúa

 

 

 

 

Las 10 mejores cervezas IPA que he probado últimamente

Monk Stout