Hace un par de semanas atrás sentado en la barra y disfrutando de una hefeweizen, recién salida del horno y traída directamente de Alemania, tomé mi copa y la compartí con mis amigos. El primero que la probó exclamó: “es como una cerveza para mujer”, a los pocos segundos, el resto del grupo coreó: “SIIII”.
Pero, ¿qué es exactamente una “cerveza para mujer”? La industria ha tratado de todo, pero una de las cosas que aún no logra, y creo que no podrá, es crear una cerveza para mujer. La cerveza, como la muerte, no discrimina entre género ni raza.
La industria, eso sí, ha logrado confundirnos en el intento de mostrarnos algunos productos que imaginan serán del gusto de las mujeres o simplemente el mismo producto está diseñado marketineramente femenino. Hoy, el consumo de cerveza, especialmente las artesanales, por las mujeres va en alza y esto no se debe a que sean cervezas producidas “para ellas”.
Las mujeres, en general, son más sensibles sensorialmente que los hombres y es un mito que elijan cervezas suaves, ésta es una imagen que nos hemos construido por el continuo bombardeo mediático. Además, que por décadas la cerveza fue vendida como una bebida masculina y con “comerciales para hombres”, por esta razón la industria al intentar diferenciarse ha tenido que crear la “cerveza para mujer”.
Es un prejuicio sin fundamentos decir que todas las mujeres buscan cervezas livianas, dulces, ligueras, con frutas, rosadas, etc. Si le preguntamos a cualquier mujer, y especialmente después de que pruebe o haya probado varios estilos la respuesta será completamente diferente ya que todos buscamos las mismas cosas: experiencia, placer, saciar la sed, armonía balance, sabor, aromas, recuerdos, etc. Es por esta razón que todas las empresas o marcas que han sacado una “cervezas para mujer” han fracasado en el intento.
Bebamos lo que nos gusta y por elección, no nos dejemos influenciar por imágenes creadas de productos.
Finalmente la hefewezen fue compartida y terminada por todos sin discriminar a nadie.
salud ¡!!