Bloque latinoamericano unido por la cerveza.
Latinoamérica es el nuevo invitado a la mesa de un movimiento que cada día tiene más fuerza y presencia a nivel mundial. Desde hace ya varios años, el crecimiento de la cerveza artesanal tiene un lugar importante en la región. Muestra de ello fue la tercera edición de la Copa Cervecera Mitad del Mundo celebrada en Quito, Ecuador, en la que participaron más de 420 cervezas de 10 países, las que fueron calificadas por jueces internacionales del prestigioso Beer Judge Certification Program.
La convocatoria, a su vez, sirvió de marco para que representantes de Asociaciones y Cámaras de 10 países de la región latinoamericana se reunieran con el fin de establecer legalmente una federación de cervecerías artesanales independientes. Que incluya en un solo bloque a toda Latinoamérica. La región, junto con el movimiento de cerveza artesanal independiente, está en vía de desarrollo y expansión. Este sector plantea generar un crecimiento consciente, pues existe la necesidad de avanzar a nivel regional de manera responsable y unida.
El movimiento de cerveza artesanal independiente genera mayor cantidad de plazas de trabajo por litro producido que la cerveza industrial, dinamiza las economías locales, pues además de la generación de empleos directos, produce un sinfín de encadenamientos económicos entre pequeños productores locales y nacionales. Los representantes de 10 países de la región tuvieron una jornada extensa de más de 10 horas de trabajo. ¡Finalmente se hizo historia! El movimiento de cerveza artesanal independiente llegó a acuerdos que marcarán el inicio de un sector que empieza a trabajar unido y a dar sus primeros pasos a nivel regional. Ha nacido el “Bloque Cervecero Latinoamericano, Independencia Artesanal“.
Capacitación, leyes tributarias, comunicación, intercambio de productos y servicios fueron algunos de los temas abarcados para cumplir con el objetivo de unificar al gremio cervecero independiente. Se acordó como independiente: aquel con 0% de participación de participación accionaria de los grandes conglomerados multinacionales que producen cerveza.
Para ello dicha institución otorgará un sello a toda cervecería cuyo volumen de ventas no pase el 2.5% de litros anuales total de su país, cuya producción de cervezas se realice localmente hasta un 75% y cuya producción no sobrepase los 120,000 litros por empleado, cifras que fueron decididas luego de comparar estadísticas entre los países participantes.
El fomento de consumo responsable, la educación y la capacitación tanto para el público como para las autoridades gubernamentales son metas por cumplir a partir del primer año de fundada la institución, seguido de un plan de actividades consistente que fortalecerá a través del tiempo la cultura y la pasión a favor de la buena cerveza. Este es otro de los innumerables casos en los que la cerveza ha aportado positivamente al futuro de la Humanidad, esta vez por parte de las artesanales, aquellas que luchan por garantizarnos creatividad, calidad y sabor en cada sorbo, cueste lo que cueste.
Latinoamérica ha decidido que tiene algo que decir en la cultura mundial de la cerveza y esta dispuesta a sentarse en la mesa como un bloque unido a compartir con movimientos consagrados como el alemán, el belga, el ingles o el norteamericano.