Fueron 34 las cervezas nacionales que se pusieron bajo el rigor de John Holl y su paladar. Treinta y cuatro ejemplares chilenos y cuatro extranjeros, que debieron hacer un cara a cara con el especialista estadounidense en el primer Chilean Beer & Drinks Experience de Andes Wines. Burbujas, espuma y lúpulo en este estetoscopio sensorial. La pregunta era clara y única: ¿tienen potencial nuestras cervezas? ¿Son los suficientemente interesantes, limpias, equilibradas? Aparentemente Holl no quiso emitir demasiados juicios en este sentido, aunque sí fue claro en un error reiterativo: las cervezas chilenas están mal clasificadas. No todas, pero muchas de ellas. Muchas más de las que imaginamos. Un incómodo –y torpe– asunto de rotulación. Aún así, Holl disfrutó de las catas, junto con otros actores de la industria, como Daniel Trivelli, de Maltexco; Franco Alarcón, sommelier especializado en cervezas –y quien organizó, de la mano de AndesWines.com, un revelador ejercicio de maridaje en Nolita–; Antonio Aravena, de Revista Alma Cerveza; Jaime Ojeda, de Conespuma.com;